Una firma válida al momento de ser realizada puede decirse que será eterna, pero sin embargo deberemos cumplir con algunos requisitos, denominados evidencias, para lograr ese objetivo.
Para lograr lo que técnicamente se conoce como firma longeva, la misma deberá custodiarse con la cadena de certificados que demuestren la confianza otorgada al suscriptor.
Los certificados obviamente deberán estar vigentes al momento de firmar y ser de una Autoridad Certificante Licenciada. Puede adjuntarse la geolocalización del lugar de firma y una condición imprescindible será acompañar la firma con un sello de tiempo.
¿Qué es el sellado de tiempo ?
Si un certificado está vigente, la firma digital será válida y además, cumpliendo con las evidencias requeridas, se convierte en una firma longeva independientemente de la fecha de caducidad del certificado.
Ahora bien, para comprobar que al momento de firmar, el certificado estaba vigente, necesitamos acreditar la fecha y la hora en que se firma. Para lograr ésto no podemos utilizar la fecha del dispositivo, porque podría ser adulterada deliberadamente.
Para salvar esta situación, se recurre al sellado de tiempo (time stamping), que consiste en un servicio de fecha y hora proveniente de una fuente confiable y fehaciente. El sellado acompaña a la firma y sirve de testigo para comprobar cuando se realizó efectivamente.